He aprovechado este confinamiento para leer, leer mucho. Evidentemente he leído a mujeres escritoras porque son mis iguales y escriben muy bien. Por suerte ya ha pasado el tiempo donde una mujer no podía publicar con su nombre propio y tenía que publicar con un pseudónimo masculino, o como Emilia Pardo Bazán, a quien no se le concedió un sillón en la Real Academia de la Lengua Española por ser mujer. Su contemporáneo Murguía, marido de Rosalía de Castro, llegó a decir lo siguiente: «si fuese modesta e imitase en esto de callarse a George Sand y reconociese que por mucho que sepa, es sólo como mujer, y por tanto que sabe por modo imperfecto…» Hasta en tres ocasiones fue rechazada la candidatura de Pardo Bazán a la Real Academia.
Esto lo explica Lucía Etxebarria es su magnífico libro Mujeres extraordinarias, Una historia de mentiras, y digo magnífico porque es «magno» que significa «grande». Grande en volumen y en contenido. Tiene 560 páginas y recorre la vida de al menos cien mujeres comentando hechos biográficos desde una perspectiva muy feminista. Nos explica ya no la «vida de rosas» de mujeres famosas sino, su lado oscuro, sus dificultadas y sus problemas ya fuera ocasionados por sus maridos, familiares o por la normativa social. Así empieza el libro con un estudio profundo de Juana I de Castilla, hija de los Reyes Católicos, a quien la historia oficial denomina «Juana , la loca» profundiza en su vida, en los intereses políticos que la persiguieron y en el por qué de esa denominación. A ella dedica 32 páginas. Estudia a la reina Isabel I de Inglaterra y a María de Escocia a quienes también dedica más de 30 páginas. Mujeres que tuvieron mucho poder y que supieron o no supieron manejarlo, en una política llena de intrigas, corrupción y falsedades. Así mismo nos habla de poetas con una vida trágica como Silvia Plath o Alejandra Pizarnik; actrices como Audrey Hepburn o Marilyn Monroe; folklóricas como Lola Flores, Concha Piquer o Sara Montiel; pintoras como Frida Kalho y cantantes como Chavela Vargas, a quienes dedica un largo capítulo; escritoras como Emilia Pardo Bazán o Rosalía de Castro; científicas como Marie Curie o Rosalind Franklin; y comenta sobre muchas otras mujeres a quien no dedica tantas páginas pero que no por pocas son menos importantes.
El libro adolece de bastantes errores tipográficos y a veces, de contenido, pero es que la misma autora nos explica en la introducción que es una autoedición y que no ha tenido dinero para correctores. Etxebarria ha querido dominar al cien por cien el contenido y sentido de sus escritos, y por eso no ha dado su libro a ninguna editorial, no fueran a retocar el texto. Ella lo quería así, y así ha sido.
Recomiendo su lectura. Es un compendio de historia crítica a través de mujeres protagonistas que estuvieron en el ojo público, y que no siempre fueron felices a pesar del dinero, la fama y el poder.