ruta por La Rioja
La Rioja es una pequeña comunidad autónoma compuesta por una sola provincia: La Rioja, que cuando yo era pequeña y aprendía la geografía española se llamaba Logroño, como su capital.
Sobresale La Rioja por su vino, su pan y su chorizo. Pero lo que realmente me llevó a este territorio fue conocer de primera mano cómo se produce el vino, cómo se guarda, cómo se saborea y dónde están las bodegas de esas marcas que tan a menudo compro en el supermercado.
Y fue realmente interesante porque además de muchísimas bodegas repartidas por toda la región, La Rioja también posee monumentos importantísimos como San Millán de la
Cogolla, cuna del castellano donde se descubrieron unas glosas en un castellano incipiente que explicaban el evangelio a los creyentes que ya no entendían el latín culto. Y los monasterios de Santo Domingo de Silos, restaurado con gran gusto y rigor, así como el Monasterio de Santa María La Real, en Nájera.
En estos monumentos está muy presente la Reconquista, pues es evidente, que tanto monasterio marcaba la cristianización de los territorios conquistados por los reyes castellanos a sus oponentes, los árabes de Al Andalus. Y qué manera mejor de tomar el territorio que a través de la ideología y de un Santiago y San Millán que ayudaban con su espada a los guerreros contra el musulmán, como está dibujado en numerosas pinturas y esculpido en numerosos bajorelieves.
Así que en los distintos días que duró nuestro corto viaje, mezclamos cultura con alimento, ¡mens sana in corpore sano! dirían nuestros ancestros. Sí, una mente sana entendiendo nuestro pasado; y un cuerpo en forma con buenos alimentos riojanos. Faltaron cosas por ver, bodegas qué visitar. En otoño, por la vendimia sería ideal.
hallazgosimprevistos 