Todos estamos pendientes de Afganistán. Es el símbolo de la lucha entre el viejo mundo machista medieval y el mundo moderno de la igualdad y la democracia. Las mujeres europeas sufrimos por Afganistán porque si por algo destacan los radicales musulmanes es por la opresión hacia la mujer y su total falta de libertad personal, empezando por tener que ir cubiertas por la calle sin poder mostrar el rostro y obligadas a dedicarse al hogar y a los hijos.
Muchos intereses se barajan en Afganistán. Primero la autoridad y dominio de una tribu sobre otra. Luego los intereses fronterizos de Pakistán ,Irak, Rusia y ahora, China, que baraja su influencia y decisión en explotar los minerales que ocultan las montañas de este territorio lejano.
Aquí os dejo un enlace a un artículo escrito hace diez años que podría haber sido escrito hace diez días.
No quiero alargarme, es tarde y debo descansar. Aquí os dejo un reportaje fotográfico de «El Español» sobre el trabajo de los aviadores del ejército para ayudar a la población.
