Han sido unos días de feria. De feria política porque no solo tenía la noria cada día a mi vista, sino porque últimamente los cambios se suceden en el día a día como en una noria, que se mueve, que cambia tu visión del paisaje, que da vueltas, que a veces marea y que otras te satisface con su frenesí.
Nuevo gobierno en la Moncloa y nuevo gobierno en el Palau de la Generalitat. Entramos en una nueva etapa, a ver qué nos depara.